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Inversiones Offshore

Banca Offshore

Definimos como inversiones offshore, a las inversiones extranjeras que se realizan en los centros financieros offshore o paraísos fiscales o que, llevándose a cabo en otros lugares, utilizan a los primeros como base para sus operaciones.

Las personas usualmente utilizan las corporaciones y fundaciones offshore por diversas razones, entre ellas, Protección de Activos, Confidencialidad, Privacidad, Planificación Fiscal, Diversificación de Inversiones, Comercio Internacional, Planificación Patrimonial y muchas más.



La popularidad de las inversiones offshore ha ido en aumento durante los últimos años, debido a las ventajas que se pueden obtener en comparación con las tradicionales. A continuación enumeramos algunas de ellas.

Ausencia de impuestos. Dividendos o rendimientos de capital son depositados en bancos y cuentas offshore, en donde están exentas de cualquier impuesto. Por regla general los paraísos fiscales no aplican retenciones, ni gravan intereses, dividendos o incrementos del patrimonio.

Confidencialidad. Los paraísos fiscales cuentan generalmente con estrictas leyes de confidencialidad y secreto bancario. Entidades como las sociedades offshore o las fundaciones privadas permiten al inversor realizar sus operaciones con un importante nivel de privacidad.

Libertad total de inversión. Los centros financieros offshore son territorios altamente desregulados que ofrecen total libertad de inversión y no imponen controles de cambio o sobre el capital. Permiten invertir globalmente, tanto en mercados tradicionales como en países emergentes, sin trabas legales o administrativas. De este modo, es posible participar en productos financieros a los que el inversor desde su país de residencia no tendría acceso. Para quien decide invertir capitales de terceros, la obtención de licencias financieras o la constitución de fondos de inversión, tales como fondos mutuos o hedge funds, resulta también más sencilla y los costes son mucho más asequibles.

Diversificación y gestión del riesgo. Las inversiones offshore son una excelente herramienta para la diversificación de la cartera de inversión y la disminución del riesgo. Invertir en países diversos, diferentes monedas y productos variados protege al inversor contra riesgos imprevistos en su lugar de residencia o que puedan amenazar a los mercados bursátiles o financieros más populares. Son también un buen seguro contra medidas arbitrarias de los Estados que limiten los movimientos de capitales, como por ejemplo los llamados  “corralitos financieros”. Una cartera diversificada, permite incluso superar un posible derrumbe del sistema financiero doméstico.



¿quiénes puede realizar inversiones offshore?
En principio lo puede hacer cualquier persona que disponga de un mínimo de capital. Es posible participar en pequeños programas de inversiones de alto rendimiento (HYIP) desde 20 o 30 dólares, aunque debido al alto nivel de fraude es preciso actuar con precaución. Para comenzar a operar en bolsa a través de brokers online 1.000 o 2.000 dólares suelen ser suficientes, ya que existe la posibilidad de invertir en los llamados “penny stocks” (acciones de céntimo), que son títulos de muy escaso valor, pero que pueden resultar muy rentables. También puede accederse al mercado internacional de divisas (FOREX), siempre por medio de intermediarios. Los bancos de inversión ofrecen servicios de banca privada a partir de 50.000 a 100.000 dólares a través de los cuales el cliente del banco contará con su propio asesor de inversiones offshore. Los elitistas Hedge Funds, normalmente sólo están accesibles a partir de aportaciones de 1.000.000 de dólares. Entre el valor mínimo y el máximo, existe toda una gama de productos o servicios que se pueden ir incorporando a la cartera, a medida que esta vaya evolucionando. En los primeros estadios normalmente es necesario invertir por cuenta propia, mientras que en otros más avanzados se puede elegir entre dejar la gestión en manos de un broker o consultor bancario especializado, el cual invertirá de acuerdo a una relación riesgo/beneficio acordada previamente, o seguir trabajando por cuenta propia.  

cómo comenzar a invertir

El primer paso recomendado suele ser la apertura de una cuenta bancaria offshore, en la cual se puedan ir depositando las ganancias de las diferentes operaciones. Es conveniente que el banco ofrezca cuentas de ahorro o certificados de depósito ya que esto permitirá obtener un determinado rendimiento a los capitales que se encuentren inmovilizados temporalmente, entre la finalización de una inversión y el comienzo de la siguiente.


Es además conveniente que la entidad bancaria disponga de cuentas multidivisas, ya que esto permitirá operar en diferentes monedas evitando costes de cambio de moneda, cuando las inversiones se produzcan en otras divisas. También ayudará a proteger nuestra inversión, ya que podremos almacenar los fondos en la moneda más conveniente en cada momento.


Contrariamente a lo que piensan muchas personas, se recomienda tener una cuenta bancaria offshore desde el mismo momento en el que se comience a invertir. Esto es así porque precisamente las inversiones offshore asequibles al pequeño inversor, son a menudo las que más riesgo conllevan, tanto por sus características como por las formas de pago que manejan. En muchas ocasiones se utilizan monedas digitales de uso corriente en Internet, algunas de las cuales resultan muy inseguras para almacenar beneficios, por lo que se recomienda transferir las ganancias a una cuenta bancaria segura a la mayor brevedad posible.

Por lo general es también muy recomendable realizar las inversiones a nombre de una sociedad offshore creada a tal efecto. Mantener una cuenta bancaria y realizar las operaciones en su propio nombre supone un grave riesgo para la privacidad, ya los datos del titular de la cuenta serán indicados en cualquier transferencia bancaria y no resultará difícil relacionar la cuenta con su dueño.



Una sociedad en cambio, difumina esta relación, ya que todas las transacciones se realizarán a nombre de esta, quedando su beneficiario en el anonimato. Las sociedades IBC son un vehículo ideal para este propósito, en especial porque su constitución es rápida, sencilla y asequible, siendo también muy económico su mantenimiento anual. Para presupuestos cortos, la LLC estadounidense es también una excelente opción, ofreciendo un buen nivel de privacidad y unos costes de mantenimiento tan pequeños que está realmente al alcance de casi cualquier persona.

Realizar todas las inversiones offshore desde el principio mediante una sociedad, será muy conveniente para definir un marco seguro y confidencial en el que operar, evitando así dejar rastros que puedan crear problemas años más tarde.



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